La mejora de la eficiencia energética de los edificios existentes y el ahorro de energía a través de la rehabilitación energética es un objetivo clave para la UE y para los Estados Miembros porque reduce el consumo energético, y por tanto las emisiones de CO2 y el cambio climático, consigue más independencia energética y ayuda a crear empleo.
Algunos países de la UE, como Alemania y Reino Unido, ya han desarrollado políticas y mecanismos efectivos para financiar el sector de la rehabilitación energética de su parque existente de viviendas y otras edificaciones. En Alemania, el Banco Estatal KfW ha desarrollado varios programas de financiación de proyectos de rehabilitación energética y ha conseguido una amplia difusión a través de las redes de bancos privados con tasas de interés igual o por debajo del 2,75%. Por otro lado, en Reino Unido se ha desarrollado un marco legislativo conocido como Green Deal, que se podría traducir como pacto ecológico, y que permite a empresas privadas ofrecer servicios de rehabilitación energética de viviendas y oficinas sin ningún coste por adelantado, y recuperar los pagos a través de un cargo especial en las facturas energéticas.
.Además de estos programas llevados a cabo dentro de la UE, también Estados Unidos ha desarrollado un programa —Property Assessed Clean Energy programme (PACE)— donde los propietarios pueden recibir un préstamo facilitado por su municipio para la realización de obras de rehabilitación energética de sus hogares y la instalación de energías renovables de pequeña potencia. Estos préstamos se pueden devolver en 15 ó 20 años a través de una aportación anual añadida a los impuestos a la propiedad.
España hasta ahora ha mostrado un importante retraso en la transposición de las directivas de eficiencia energética de los edificios, así como una pobre e incompleta integración de algunas medidas, lo que le ha supuesto a España una demanda del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. A este respecto se percibe una clara necesidad de crear mecanismos de financiación, regímenes de obligaciones y programas de incentivos para estimular la entrada de capital privado y de fondos públicos en el sector. Para financiar el ahorro energético es fundamental el uso estratégico de las subvenciones que pongan en marcha el nivel adecuado de actividad, así como el suministro de recursos financieros de bajo coste y a largo plazo.
El impacto de la financiación de bajo coste a largo plazo del ahorro energético es fundamental y fácil de ilustrar: una reforma profunda del hogar español medio (escenario E6 para un espacio habitable de 81 m2) ahorra el 83% de la demanda de energía, o unos 684€ anuales en la factura energética doméstica. La financiación que se conseguiría al 9% a 5 años da para una inversión inicial de solo 2.660 euros. Para el mismo ahorro de energía, con una financiación a 20 años y un tipo de interés del 5%, la inversión inicial supone unos 8.530 euros. En un mundo donde el coste de la reforma profunda del hogar medio español se estima en más de 14.000 euros, resulta evidente que la reforma será muy poco profunda si la financiación se ofrece con un tipo de interés del 9% y solo dura unos 5 años.
Desde ZeroLAB creemos que estos estudios coste-eficiencia son más que necesarios para lograr obtener resultados importantes en cuanto a ahorros energéticos y económicos, viables en el tiempo y a nivel nacional.